EL HOMBRE DE
VITRUVIO Y LA PERFECCIÓN
Leonardo da Vinci fue un genio universal, además de filósofo
humanista cuya curiosidad infinita solo puede ser equiparable a su capacidad
inventiva, es considerado como uno de los más grandes pintores de todos los
tiempos y, probablemente, es la persona con el mayor número de talentos en
múltiples disciplinas que jamás ha existido.
Entre sus múltiples estudios
destaca el de la anatomía, y el dibujo mas representativo es el del “Hombre de
Vitruvio” (Vitruvio fue un arquitecto de la antigua Roma).
Representa una
figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y piernas e
inscrita en una circunferencia y un cuadrado, que va acompañado de notas
anatómicas. Se trata de un estudio de las proporciones ideales del cuerpo
humano, por eso también se le conoce como el Canon de las proporciones humanas.
Una de sus anotaciones
que más llaman la atención es la de que el ombligo
es el punto central natural del cuerpo humano. En efecto, si se coloca un
hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y
trazando una circunferencia, esta tocaría la
punta de ambas manos y los dedos de los pies.
Es curioso como Da Vinci era capaz de representar la
“perfección” del ser humano, pero no debemos olvidar que no es solo un conjunto
de piel, tendones, músculos y huesos que se puedan estudiar. El ser humano es
algo sorprendente que cada día se supera a si mismo, tiene capacidad para crear
un universo propio a partir de pensamientos, sentimientos y vivencias y posee
unas características únicas que lo diferencian del resto de las especies
existentes, como la conciencia o la capacidad de expresarse a través del
lenguaje y es la única especie consciente de que la vida es finita y en algún
momento, va a morir.
Andrea López Fernández 1º Bachiller B
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