Es una de las esculturas más conocidas del mundo moderno y fue creada por Aguste Rodín, escultor francés, en 1880, aunque no fue publicada hasta 1904.
En ella se nos muestra a un hombre desnudo, que, sentado sobre una piedra y con la mano apoyada en su mentón, parece reflexionar sobre alguna cuestión que le inquieta.
En su origen, la figura fue creada para representar a Dante a las puertas del infierno, pero me centraré en la visión que nos ofrece del ser humano desde mi punto de vista.
Lo más relevante es el pensamiento, capacidad que sólo nosotros poseemos y que nos distingue del resto de los animales.
En términos más específicos diríamos que es “un fenómeno psicológico racional, objetivo y externo derivado del pensar para la solución de problemas”
Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio pensamiento que variará en función de nuestra educación, conocimientos, entorno…
Los pensamientos pueden ayudarnos a ser mejores personas;
pueden ser de diversos tipos: positivos, negativos… pueden llevarnos al bien o al mal , pero una cosa está clara, el pensamiento nos otorga poder, poder en el sentido de tomar decisiones, de ser seres independientes y esto nos hace estar por encima del resto de seres vivos, que simplemente se rigen siguiendo las leyes naturales.
Otra característica del pensador es que se encuentra desnudo, desprotegido, al natural. Es otra forma de ver al ser humano, un ser al que aún le queda mucho por aprender y prosperar para dejar de estar “desnudo”, que ha de empaparse de nuevos conocimientos para así transmitírselos a sus sucesores y esto lo conseguirá a través del pensamiento.
El hecho de que se encuentre sentado es porque la sociedad de la época francesa avanzaba demasiado rápido y el hombre necesitaba sentarse y parar a descansar y reflexionar sobre las cosas.
Por tanto, para mí la escultura creada por Aguste Rodín nos muestra al ser humano con pensamiento, inteligencia, que es capaz de hacer avances y progresar a un ritmo vertiginoso, pero al que aún le queda un gran camino que recorrer y muchas cosas que aprender.
Lucía Díaz Muñiz.
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