Mirón representa el cuerpo en el momento de su máxima tensión y esplendor; ese esfuerzo no se refleja sin embargo en el rostro de la estatua, que muestra solo una tenue concentración. La torsión del cuerpo es vigorosa, pero al mismo tiempo armoniosa y delicada. Todo el cuerpo está echado hacia delante, para producir con el balanceo posterior el impulso necesario para poder lanzar el disco.
Esta escultura muestra al ser humano como una especie armoniosa y delicada a la vez que preparada y dotada de múltiples cualidades y su vez muestra la belleza del ser humano prácticamente idóneo.
Sergio Alonso Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario