Pienso, luego bloggeo.

Cuestión de suerte

Quizás no valoremos lo afortunadas que somos por haber nacido en Europa, ahora bien...¿ Es justo que el lugar de nacimiento determine nuestra vida? 

¿Por qué hay lugares donde  las mujeres todavía no pueden opinar? ¿Por qué todo  es tan diferente? ¿Por qué viven bajo la autoridad de un hombre? ¿Por qué no pueden ser ellas mismas?

Viven detrás de un velo, tapadas,  silenciosas…

No tienen voz. Quizás por miedo, quizás por seguir las órdenes de una sociedad que se ha construido a base de injusticias…

Lo que para nosotros es algo normal, para ellos es un delito.

Viven para complacer y nadie las complace a ellas. Su vida gira en torno a su marido y a sus decisiones. Se esfuerzan por ser mujeres perfectas.

Y yo ahora pienso, detrás de esos velos, pueden esconderse grandes escritoras, grandes diseñadoras, grandes presidentas, grandes pilotos…¿Quién sabe la cantidad de talentos que nos estamos perdiendo por culpa de una sociedad totalmente sexista?

Creo que no hay justificación válida, no podemos usar el recurso fácil y decir que es su cultura, que es tradición. Creo que es hora de decir basta, hasta aquí. Ahora les toca a ellas ser felices, les toca tener esa oportunidad que se les ha negado durante años y años.

Marta Rodríguez Duarte