El mundo en sí es perspectivista.

"El perspectivismo es una doctrina filosófica que sostiene que los individuos conocen solo una parte de la realidad, es decir, sus percepciones vienen de un punto de vista particular".
Esta frase, así anunciada, puede sonar a chino, pero si comenzamos a reflexionar sobre ella, podemos legar a una conclusión: ¿cómo sabemos que no somos perspectivistas? ¿Cómo sabemos que las demás doctrinas filosóficas no son falsas, y que ésta es la única verdadera? Al fin y al cabo, solo nosotros sabemos lo que vemos. No podemos saber lo que ven los demás. Unos pueden decirnos que las nubes son rojas; y seguramente, les tomaremos por locos, porque nosotros las vemos blancas, y no de ese otro color. Y, sin embargo, esa persona puede no estar mintiendo, puede estar diciéndonos cuál es su perspectiva del color de las nubes.
Esto sucede en todas las cuestiones de la vida: una comida que puede resultarnos salada a nosotros a otra persona puede parecerle sosa, una música que a nosotros nos relaje a otros les parezca aburrida, una película que nosotros creamos que es horrible para otros puede ser una obra maestra. Es todo cuestión de perspectivas, no tenemos nada seguro en esta vida, a no ser que unamos todas las perspectivas para formar una sola cosa. Por eso, gran parte del arte no es objetiva, y depende, precisamente, del perspectivismo.
Podemos ser engañados fácilmente a través de nuestros ojos, cientos y cientos de ilusiones ópticas nos lo demuestran así.
Podemos considerar que algo es suave y que otra persona lo encuentre áspero, y, sin embargo, los dos tendremos razón.
Podemos creer que estamos en un silencio absoluto cuando otra persona está oyendo el canto de unos pájaros en la lejanía, canto que nosotros no percibimos.
Podemos pensar que el helado de chocolate es el más delicioso del planeta, y un amigo nuestro, que es el de fresa.
Y, sin embargo, todos tendríamos razón, porque todos estamos hablando desde nuestra perspectiva. La realidad es una, pero las interpretaciones que podemos hacer de ella, infinitas. El mundo es uno, la manera en que lo concebimos, también infinitas.
Por eso, podríamos decir que todos los seres humanos, considerándonos como nos consideremos, somos perspectivistas.