Este blog está escrito por los estudiantes de 1º de bachillerato B, del IES Carreño Miranda. Esperamos que disfruten con nuestra filosofía.

sábado, 29 de diciembre de 2012

"Defiende tu derecho a pensar, porque pensar de manera errónea es incluso mejor que no pensar"


¿Soy yo la única  que se pregunta por qué la historia antigua esta repleta de personajes masculinos? Siempre que abro un libro pasa lo mismo, sabios de la antigüedad y no sabias, presocráticos y no presocráticas… Por esta razón creo que es importante destacar el papel de la primera mujer que demostró su valía en una sociedad totalmente contradictoria a esa idea.
Hablamos de Hipatía, filósofa, matemática y maestra griega.
Esta mujer se caracterizó por su carácter tolerante y no discriminatorio, por su racionalidad y sus ansias por aprender, descubrir y conocer. Su ilimitado conocimiento y sus ganas hicieron que fuera recordada, estudiada y admirada.
En mi opinión su figura es el símbolo de que las mujeres pueden, que son tan válidas como los hombres y de que todo el mundo tiene derecho a pensar.




Marta Rodríguez Duarte.

viernes, 28 de diciembre de 2012

"Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro"


Podemos llegar a pensar que todo lo que nos rodea es falso, puede surgirnos la duda de si hay algo afuera que pretende mantenernos al margen de la realidad, pero solo al tener la certeza de que estamos dudando podemos afirmar que existimos.

Al igual que a René Descartes, a todos nos surgen dudas acerca de nuestra existencia, preguntas como: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?, que todos nos habremos hecho alguna vez, preguntas a las cuales aún no se ha podido encontrar una respuesta fiable. El problema está en que desconocemos el ‘por qué’  de muchas cosas, no sabemos su origen o su destino. De todos modos hay algo que sí está claro: existimos, y al menos con esa afirmación, podemos seguir adelante.

Raquel Jiménez Álvarez.

viernes, 14 de diciembre de 2012

"-¿Por qué el aire no se ve?

La curiosidad que emanaba mi hermana pequeña me parecía cada día más encantadora. Aunque a veces, algo irritante. Estaba en esa fase del crecimiento que mi madre llama “la fase del por qué”. Era algo sistemático, algo que venía puesto en el manual, en el manual “La filosofía de los niños”. Para aquellos que no sepan en qué consiste esta fase, haré una pequeña síntesis de sus diferentes características:
1. Observación minuciosa del entorno.
2. Formulación de preguntas sobre el entorno, de forma que cada pregunta formulada comience con un “¿por qué…?”
3. Formulación de otra pregunta, basada en la respuesta obtenida, con otro “¿Y por qué…?” (Normalmente, la curiosidad de estos pequeños no se sacia con tan solo una simple aclaración…)
Supongo que para mis padres, que a mi hermana se le dejasen de ocurrir preguntas “estúpidas y sin sentido”, fue un alivio inmenso. Lo cierto es que, desde mi punto de vista, es una pena que llegue un momento de nuestra vida en el cual dejemos de ser filósofos en activo y nos quedemos aletargados. Y digo filósofos porque, al fin y al cabo, la filosofía es la base de las preguntas. ¿O las preguntas la base de la filosofía? Lo que está claro es que, seamos conscientes o no, la filosofía forma parte del día a día. La filosofía es vida. La vida ha ido desgajándose de la filosofía. ¿O es al revés?"

Laura Rodriguez